Recordadores - Jiddu Krishnamurti

Solo si escuchamos podremos aprender.
Escuchar es un acto de silencio; solo una mente serena pero extraordinariamente activa puede aprender.

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Finca Despertares - Jiddu Krishnamurti

4 comentarios:

carmen bronse dijo...

krishnamurti fue el que dijo "nadie es gurú de nadie; nadie es maestro de nadie,su verdadero maestro es usted. Cualquiera que venga a enseñarle le dará en el mensaje parte de su pensamiento en el proceso de pasar su conocimiento a usted y usted se verá influenciado por él. Aparte nadie es igual a nadie y nadie sabe lo que usted necesita.

Maria dijo...

se de su mensaje He leido algunos libros de Krsnamurti su biojgrafia Etc.

carmen bronse dijo...

No se que responder a una frase tan breve.He leído mucho de muchos. Eckhart Tolle, con El Poder del Ahora me dio medios importantes para transmutar el cuerpo del dolor, silenciar la mente y vivir el ahora. Lo único que no logro es silenciar la mente, aunque habla mucho menos que antes y aprendí a reirme de muchas cosas que dice y a dejarla hablar sin darle importancia. Tolle y Krishnamurti se parecen en sus mensajes. Ninguno de los dos enseña nada, simplemente dan la punta del hilo para que usted desarrolle el ovillo. Con Krishnamurti tuve conocimiento de como enfocarme con mi mente y el pensamiento, aprendí a , cuando llega un pensamiento recuerdo de una cosa del pasado, analizar la carga de sentimiento que trae y seguirlo, mirando sin juzgar ni censurar nada, hasta su orígen, el momento en que pasaron las cosas y observar cómo fueron, que entorno había, cómo era yo en ese momento de mi evolución las alternativas y la decisión, después de eso el observador y lo observado, que son la misma cosa, ya que es la mente que se divide para el proceso, se unen y desaparece la dualidad.Con la comprensión del motivo por el cual cometí el error es fácil aceptar y perdonarme porque siempre encuentro que obré manejada por el ego, tan poderoso, junto a mis instintos, como para hacerme renunciar a lo que yo sabía que era lo correcto y como debía actuar ¡y lo sabía a la perfección, hasta con detalles y motivos! y hacer todo lo contrario, porque era eso lo que me gustaba, lo que "quería hacer", por supuesto eso terminaba mal y me quedaba como un remordimiento. Fue un proceso muy doloroso, pero llegué a muchas reconciliaciones conmigo misma, me tuve que aceptar como soy, y comprender que nunca fui como yo creía que tenía que ser.El observador y lo observado se unen y, terminada la dualidad, surge la aceptación y el perdón y desaparece la tortura de la culpa, así uno a uno. Hay dos o tres que no quiero tocar, llego a un punto que no puedo seguir ¡duele demasiado! Ya lo haré. Se que el momento es hoy. Pero... En fin. me he aceptado como soy, me he perdonado y ahí he cambiado mucho. Ahora es más facil, muchas cosas surgen solas, ya no me veo en encrucijadas para resolver, espontáneamente actúo correctamente, es como si ya no hubiera dos opciones, sino una sola. Hace 10 meses, falleció mi hijo, lo único que me quedaba en la vida. Cunado una semana antes del desenlace lo vi en la camilla, surgió dentro de mi un sentimiento que se traducía en "aceptación" y así fue como supe que mi hijo partía, y lo acepté sin dolor. Durante una semana sin hacerme ninguna ilusión, tampoco sufrí . Estaba serena. En el momento en que tuve que pararme al lado de su cuerpo me invadió una paz que no es de este mundo, lo se, era algo tan suave y completo que acá no existe. No sentí dolor, lo llevé a enterrar sin sentir dolor, esa paz me inundaba por entero, pero estaba asentada en mi pecho, adentro. Duró 20 días, mientras tanto, yo sola en mi casa no me ocupaba de nada y, un amigo de mi hijo desde la infancia, ambos tenían 44 años, desvalijó la casa de mi hijo,me enojé y perdí esa paz. Lógico. Entonces decidí donar esa casa, el auto de mihijo, lo que quedaba y también el departamento donde vivo. Basta de bienes materiales que perturban con gente que sabiendo que con mis 69 años puedo partir mañana y todo queda para el fisco, venían a perturbarme con su codicia. No vino más nadie y así logré recuperar el silencio, la paz y una tranquilidad que me gusta. Hay días que me invade el dolor. pero es un dolor manso, sin alterarme. Se que fue lo que tenía que ser, por el motivo que no conozco y que acepto y voy superando. mi soledad me hace mucho bien, mucha tranquilidad y generalmente tengo paz, no como aquella, ni parecida, pero es la paz de este mundo. Como no sabía qué responderle a su comentario tan impreciso, le hablé de lo que saqué de Krishnamurti, en lugar de hacer comentarios literarios. Buenos días y feliz HOY.

Mahatma dijo...

Muchas gracias Carmen por compartir tu experiencia. Es de gran valor y guia. Le deseo una vida con paz.

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